La acción de tutela es la garantía con la que cuentan todas las personas en Colombia para acudir antes las autoridades judiciales, con la finalidad de obtener el apoyo para que se le respeten sus derechos fundamentales, este recurso se puede interponer en contra de autoridades públicas o particulares en los casos que la ley dispone.
¿Cuáles son los derechos fundamentales?
Los derechos fundamentales son los que una persona obtiene desde el momento de su nacimiento y se diferencian de los demás derechos por esta misma razón, además se caracterizan por permitir que la persona ejecute sus deseos de manera libre.
Dentro de los principales derechos fundamentales se encuentran:
- Igualdad de trato y no discriminación.
- Derecho a la vida, integridad física y moral.
- Derecho a la libertad ideológica y religiosa.
- Derecho a la libertad y a la seguridad.
- Derecho a la intimidad personal y familiar, honor e inviolabilidad del domicilio.
- Derecho a la libertad de expresión.
- Derecho a la educación.
- Derecho a sindicarse libremente y a huelga.
Por medio de la acción de tutela, las personas tienen en el derecho a exigir que se le respeten cada uno de estos aspectos que son indispensables para el completo desarrollo personal e integral de cada individuo.
Es necesario aclarar que en la constitución política de Colombia, no se encuentran especificados todos los derechos fundamentales, en el capítulo I del título II se hace mención a algunos, pero no sería propicio decir que son todos los derechos fundamentales con los que cuentan las personas.
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¿Cuándo se considera procedente una acción de tutela?
Para que la acción de tutela pueda ser efectiva, se debe presentar el caso en el que algunos de los derechos fundamentales de las personas se vean vulnerados o amenazados, y esto sucede cuando:
- Existe la acción u omisión de una autoridad pública.
- Existe la acción u omisión de particulares.
Adicionalmente, la persona afectada no debe tener otra opción de defensa judicial, de esta manera podrá proceder la acción de tutela, aunque, en el caso de que se trate de un perjuicio irremediable la persona podrá acudir directamente a la acción de tutela sin tener que agotar otros recursos previamente.
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Casos en los que no es procedente la acción de tutela
Existen situaciones en las que una acción de tutela no deberá llevarse a cabo o en el caso de que se haga no debería tener un resultado positivo, estos casos son:
- Cuando la persona tenga a su disposición otros recursos de defensa judicial que sean considerados como eficientes, para dar solución a su problema.
- En el caso de existir la posibilidad de invocar el recurso de Hábeas Corpus.
- En el caso de tratarse de derechos colectivos.
- Cuando el daño ya se haya efectuado.
- Cuando el acto sea general, impersonal o abstracto.
Dadas las circunstancias anteriores la persona debe desistir de iniciar una acción de tutela y buscar otros medios de defensa.
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¿Qué debe contener la tutela?
El contenido de la acción de tutela es informal, esto quiere decir que no existe una estructura específica y se podrá presentar de manera escrita o verbal en el caso de que la persona no sepa escribir o que sea menor de edad, aun así, en ambos casos se deberán tener en cuenta los siguientes puntos:
- El contenido debe ser claro.
- Mencionar la acción o la omisión que la promueve.
- Especificar el derecho que es vulnerado.
- Mencionar el autor de la vulneración.
- Datos de contacto del solicitante.
La acción de tutela se podrá interponer sin necesidad de un abogado, la persona afectada lo podrá hacer personalmente, finalmente, tras presentar la acción de tutela el juez de conocimiento cuenta con 10 días para responderla.