Los activos se pueden definir de muchas maneras distintas, aunque las características son siempre las mismas, el marco contable define los activos como un recurso controlado por la entidad como resultado de eventos pasados y del que se espera que fluyan beneficios económicos futuros para la entidad.
Por otro lado, según el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera (FASB), los activos son los probables beneficios económicos futuros obtenidos o controlados por una determinada entidad como resultado de transacciones o eventos pasados.
A partir de las dos definiciones anteriores, aunque son diferentes, se puede resumir las características de los activos de la siguiente manera:
- Beneficio económico futuro: Esto significa que dichos activos generarán un beneficio futuro para la entidad u organización.
- Control «se refiere a la propiedad»: Para que se considere un activo, la entidad debe tener control sobre él, esto significa que se tiene el derecho de utilizar dicho activo para generar beneficios económicos futuros o ingresos para la entidad.
- La transacción de compra o adquisición de dicho activo ya ha tenido lugar.
Tipos de activos
Básicamente, los activos se dividen en dos tipos, activos corrientes y activos no corrientes, los cuales se presentan en el estado de situación financiera por separado.
Activos corrientes
Los activos corrientes se clasifican como los activos que tiene una vida útil o una esperanza de vida inferior o igual a un año, dicho activo es propiedad y está controlado por una entidad y se utiliza para generar probables beneficios futuros que fluyen a la entidad o empresa, algunos ejemplos de este tipo de activos son:
- Efectivo y equivalentes de efectivo.
- Cuentas por cobrar.
- Alquileres pagados por anticipado.
- Seguros pagados por anticipado.
- Inventarios,
- Inversiones a corto plazo.
Activos no corrientes
Se conocen como activos no corrientes aquellos que tienen una vida útil superior a un año, además, los activos no corrientes pueden ser de naturaleza tangible o intangible, los activos tangibles son activos que se pueden ver y tocar, por ejemplo, los terrenos, los edificios, los vehículos, etc. A este tipo de activos mencionados se les conoce como propiedad, planta y equipo.
Los activos intangibles son aquellos que no se pueden ver ni tocar, por ejemplo, los derechos de autor, el Goodwill, entre otros más, a continuación, se presentan ejemplos de activos no corrientes:
- Equipos de oficina.
- Activos de planta.
- Activos intangibles.
- Activos biológicos, etc.