Cuando se celebran contratos las dos partes disponen de la opción de interponer una cláusula penal con el fin de comprometerse aún más al cumplimiento de lo pactado, de modo que la parte que no cumpla con lo estipulado será sancionada, así mismo, existen las arras o indemnizaciones que tienen la misma finalidad, pero con un sustento legal distinto.
¿Qué son las arras en los contratos?
Las arras cumplen la finalidad de brindar garantía de modo que la parte comprometida a pagar realiza un anticipo convenido entre las dos partes, según la legislación las arras se pueden presentar en tres tipos:
Arras de retracto
En este caso se faculta a cualquiera de las dos partes del contrato para que se pueda retractar del negocio, pero con la condición de pagar un monto o fracción sancionatoria, llevando a la terminación inmediata del contrato sin necesidad de que se culmine el negocio y, adicionalmente, al terminar el contrato de esta manera no habrá lugar a la ejecución de la cláusula penal.
Arras confirmatorias
Cuando se pactan arras confirmatorias la parte que actúa como adquiriente paga un monto con el fin de garantizar el cumplimiento del contrato, demostrando así que no hay lugar a retractarse y, por ende, se llevará a cabo el contrato que se celebra, así las cosas, no existe la posibilidad de pagar un monto para que no se lleve a cabo el contrato como es el caso de las arras de retracto.
Este tipo de arras se deben pactar por escrito, puesto que, de no hacerse así, se entenderá que las partes podrán retractarse.
Arras confirmatorias penales
Estas son arras que normalmente no se usan dentro de los contratos, pero si pueden ser impuestas en el momento de una disputa legal, básicamente tiene la misma función que la cláusula penal, puesto que busca sancionar la acción anticipada de los perjuicios causados por el incumplimiento contractual.
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Cláusula penal dentro de los contratos
La finalidad de la cláusula penal es simplemente imponer una sanción a la parte contractual que no cumpla con lo acordado dentro del contrato, es una de las mejores opciones que se disponen para garantizar el pleno cumplimiento de un contrato una vez sea celebrado, resaltando que no solo puede tener lugar cuando no se cumpla directamente con el negocio, también puede presentarse cuando lo haga sin cumplir con el plazo o lo haga de manera incompleta, dando lugar a una proporcionalidad de la cláusula penal.
La cláusula penal se pacta libremente entre las dos partes, así mismo, se debe reconocer el monto de la indemnización cuando existe incumplimiento, teniendo en cuenta que el artículo 1601 del código civil que máximo se podrá pactar el 10% del negocio.
Cabe resaltar que, al presentarse el vencimiento del plazo para hacer el negocio dispuesto dentro del contrato, la parte que cumple con el contrato tiene la facultad para exigir el pago de la cláusula penal o para que la otra parte cumpla con el contrato, en este último caso la parte que no cumple no tiene la opción de pagar un monto indemnizatorio a no ser que existan arras de retracto.
Diferencias entre la cláusula penal y las arras
Las arras y la cláusula penal son aspectos distintos que guardan cierta similitud en su finalidad, pues al fin y al cabo se busca garantizar el cumplimiento del contrato, pero en el caso de las arras, se da una garantía en forma de anticipo y cuando se incumpla el contrato el que da las arras las perderá y el que las recibe deberá devolverlas por el doble, dependiendo de quien incumpla.
Cuando se trata de la cláusula penal, se busca penalizar al que incumpla el contrato generando una indemnización sobre los perjuicios anticipados que se causaron a la otra parte, siendo así una sanción o multa, mientras que las arras se consideran una garantía.
Estos dos conceptos pueden ser manejados dentro de un mismo contrato, pero deben pactarse por separado, resaltando que no existe coherencia en pactar una cláusula penal y arras de retracto, de modo que deberán ser arras confirmatorias.