Las políticas contables son los principios, las bases, las normas y las prácticas específicas aplicadas por una entidad en la elaboración y presentación de los estados financieros, un ejemplo de política contable sería la base de valoración utilizada, por ejemplo, costo amortizado, valor razonable, etc.
Por otro lado, las estimaciones contables son importes monetarios en los estados financieros que están sujetos a incertidumbre de medición, un ejemplo de estimación contable sería una provisión para pérdidas crediticias esperadas al aplicar la NIIF 9 cuando se trata de las NIIF plenas.
¿Por qué es importante diferenciarlas?
Ahora que se ha definido la política contable y la estimación contable, es necesario entender por qué es importante la determinación entre un cambio en la política contable y un cambio en la estimación contable, el tratamiento contable difiere en función del tipo de cambio, por lo tanto, es fundamental determinar correctamente el tipo de cambio.
Si se determina que el cambio es un cambio de estimación contable, el cambio se contabiliza de forma prospectiva, si se determina que el cambio es un cambio de política contable, el cambio debe contabilizarse de forma retrospectiva.
Si el cambio de política contable es resultado de la aplicación inicial de una NIIF, el cambio de política debe contabilizarse de acuerdo con las disposiciones de la NIIF, los cambios resultantes de errores deben contabilizarse de forma retrospectiva.
Análisis e interpretación del cambio
El hecho de que las NIIF exijan un determinado tratamiento contable no significa que este tratamiento no sea una política contable, por ejemplo, la NIC 40 permite elegir una política contable para que las inversiones inmobiliarias se contabilicen posteriormente según el modelo del valor razonable o utilizando el modelo del costo.
El modelo elegido por la entidad se convierte en la política contable de la misma, con arreglo a la NIIF 9, algunos activos financieros incluidos en el ámbito de aplicación de la norma deben contabilizarse según el modelo del valor razonable, aunque este sea el tratamiento contable exigido, también es la política contable de la entidad.